La reposición de dientes perdidos con implantes dentales es actualmente un tratamiento muy extendido y utilizado, no por ello es una técnica que no requiera un estudio y planificación del caso en pro de obtener los mejores resultados.
Como es lógico, cada paciente es diferente y nos encontraremos con distintos niveles de complejidad, por lo que no siempre puede que sean imprescindibles todos los pasos que os voy a mostrar, mientras que en otras situaciones podemos necesitar incluso alguna prueba más.
La primera parte del estudio para colocar implantes consiste en recopilar todos los datos de la situación a la que nos enfrentamos, para ello tomamos modelos de la boca, fotografías y unas radiografías para ver lo que no vemos a simple vista, es decir, el hueso disponible para los implantes.
Pero como la finalidad de todo este proceso no es tener implantes “metidos en el hueso”, sino tener dientes para masticar y sonreír a gusto, es fundamental que sepamos dónde deberán ir colocados esos futuros dientes, tanto su posición ideal para que sean estéticos como, lo que llega a ser aún más importante, su posición adecuada para engranar con los dientes de la otra arcada.
Esto lo conseguimos con un encerado diagnóstico, que es una simulación de lo que finalmente serán las coronas que irán atornilladas sobre los implantes dentales. Este encerado es diferente cuando faltan todos los dientes a cuando sólo faltan algunos. En los pacientes desdentados totales, este encerado también nos ayuda a diagnosticar el tipo de prótesis más adecuada para su situación ya que, como os conté en otro post, hay varias opciones rehabilitadoras.
Para poder saber qué disponibilidad de hueso tenemos justo en la zona donde debemos colocar el implante dental según nos manda este encerado ideal, vamos a transformar ese encerado en un dispositivo con contraste que el paciente pueda llevar en la boca mientras se hace las radiografías, se denomina férula radiológica.
Portando esta férula, el paciente se realiza la exploración radiográfica. Actualmente, el Gold estándar de las técnicas radiológicas para el estudio de implantes dentales es la tomografía de haz cónico. Es un tipo de radiografía 3D con unas dosis de radiación muy baja, y que nos aportan mucha información sobre la cantidad de hueso y la localización de estructuras vitales, como nervios o senos maxilares. Información que aumentará la precisión y disminuirán la incertidumbre durante la fase quirúrgica.
Una vez planificada la posición ideal con la prueba 3D, el implantólogo se ayudará de la férula como guía durante la colocación de los implantes dentales, de manera que la posición de los dientes que determinamos al principio con el encerado, se traslade al momento de inserción de los implantes para asegurarnos que podremos poner los dientes de la prótesis en su posición adecuada estética y funcionalmente.
En la imagen podemos ver un resumen de los pasos del estudio de colocación de implantes desde el encerado diagnóstico, su prueba en boca, la transformación a férula radiológica, el estudio 3D y la posterior colocación de los implantes dentales, según la posición ideal para los dientes protésicos.
La utilidad de todos estos pasos, que sin duda requieren un tiempo y esfuerzo y así es como lo realizamos en nuestra clínica dental en Sevilla, podríamos resumirla con la frase “el conocimiento siempre es mejor que la improvisación”, cuanto más datos tengamos y mejor sea el diagnóstico, más predecible será el resultado final.
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